Recuerdo que un día en el kinder había una niña de apellido Caballero, con cabello corto y rizado. Ella me abrazo a la fuerza y quería jugar a ser mi mamá y yo no quería. Mi gesto de rechazo provocó su ira y me empujó, caí de cabeza y recuerdo perfectamente ver insectos pasar frente a mi, una escena de tránsito micróscopico, catarinas, arañas y cochinillas caminaban rápido, unas en un sentido y otras en otro, unas detenidas y otras pasando encima de todo. Nunca lo voy a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario